Cuando ya tenia un buen control con la bicicleta sin llevar ruedetas, me volví un temerario.
No miraba a lo lados de la calle antes de pasar, no frenaba para girar, etc... Y un día de verano, me acuerdo que iba de camino a la piscina, y claramente, me desplazaba en bicicleta. Iba por la calle Mayor, solo tenía que ir recto para llegar a mi destino. Y en el último cruce,no se me ocurrio mirara los lados, y cuando estaba justo en medio de la calle, un todoterreno que venia de mi derecha se me abalanzó encima. Le dio tiempo a frenar lo justo, como para que yo solo me hiciese unos rasguños y moratones en el impacto. Sí, lo admito, pasé miedo, pero solo se quedo en una simple anecdota. Actualmente sigo sin mirar al cruzar la calle... jajaj
No hay comentarios:
Publicar un comentario